jueves, 7 de mayo de 2009

Mi rincón favorito de Madrid


Gracias a aquella noche que por pura casualidad nos encontramos, y sin ningún sentido acabamos todos pasando la noche juntos.
Gracias a que al día siguiente volvimos a quedar.
Gracias a que todo el mundo empezó a congeniar desde aquellos primeros momentos.
Gracias a que Ñ y yo nos hicimos tan amigos que seguimos empeñados en hacer de nuestros dos grupos uno; incluso cuando R y yo no queríamos ni vernos y nuestras partes tendían a separarse.
Gracias a que después de tanto tiempo, todo aquello apenas importa.
Gracias a que todos y cada uno de nosotros quiere de un modo u otro a cada uno de los demás.
Gracias a que a pesar de los amigos que han ido desapareciendo, los de siempre nunca nos hemos ido.
Gracias a que hemos pasado muchas barreras, y bastantes malas rachas.
Gracias a nuestro bar de siempre.
Gracias a nuestros viajes.
Gracias a mi sandwich ( L, Ñ y yo)
Gracias a mis chicas, que desde siempre me lo han dado todo.
Gracias a que han llegado nuevos aires y nuevas personas.
Gracias a los que pasaron y dejaron tantas cosas buenas.
Gracias a las noches de fiesta.
Gracias a los días de risas.
Gracias a que a pesar de todo, siempre hemos estado allí los unos para los otros.
Gracias a las pequeñas discusiones, que de alguna forma unen.
Gracias a esas ganas de que lleguen los fines de semana para vernos más tiempo
Gracias a los chistes malos que nos hacen reír aunque los hayamos escuchado cien veces.
Gracias a las conversaciones serias.
Gracias a los partidos de los domingos, donde nunca nos enteramos de quién ha metido gol.
Gracias a las tardes de banco y pipas.
Gracias a los besos.
Gracias a los abrazos en el momento oportuno. Y a los abrazos porque sí.
Gracias a los líos que ha habido. Y gracias a los tonteos.
Gracias a Jerez.
Gracias por tantos y tantos momentos.
Gracias a que, años después, nuestro grupo esté cada vez más consolidado.
Gracias a esa sensación tan bonita de poder contar siempre con alguien.
Gracias a poder decir: mis amigos.


Gracias a Ñ, por ser mi mano derecha masculina. Por unirnos a todos y ser una de las mejores personas que he conocido en mi vida.Por escucharme y por hacerme reír tanto.
Gracias a L, mi mano izquierda masculina. Por ser tan genial y tan perfecto conmigo, que incluso llegó a enamorarme. Por ser tan sincero y tan natural.
Gracias a S, por ser la de toda la vida. Porque nos conocemos tanto, que a pesar de ser tan diferentes, nos acoplamos a la perfección. Y por estar siempre (siempre, siempre) ahí.
Gracias a N, porque con ella puedo sacar mi lado más malo, y reírme sin parar. Por escucharme hablar durante horas, e interesarse siempre por mis temas.
Gracias a M, por alegrar a todo el mundo, aún sin quererlo. Por hacerme sentir como si fuéramos familia.
Gracias a H, porque aunque la veo poco, me siento siempre tan cómoda con ella como si la hubiera visto hace 10 minutos. Por ser tan luchadora, tan responsable y a la vez tan bioloka.
Gracias a Lu, porque aunque chocamos muchísimo, nos queremos y nos entendemos. Por refugiarme en un abrazo de oso cuando me ha hecho falta.
Gracias a Ja, por ser como un hermano mayor, igual de pesado e igual de divertido y protector. Por confiar en mí.
Gracias a Al, por hacer cualquier cosa por nosotras, por comprarnos tantas rosas, y por llamarme chiki.
Gracias a Jv, por ser tan feliz y hacer feliz a la gente sólo con su presencia. Por ilusionarnos, y por decir cosas bonitas a los demás como si fuese lo más normal del mundo.
Gracias a I, por cuidar de Jv, y por hablar tanto que aunque a veces cansa, ya es imprescindible tenerla como amiga.
Gracias a Is, por ser el chico más raro que he conocido, y divertirnos a todos con su forma de ser. Por aguantarnos.
Gracias a P, por ser tan rico y tan buena gente. Por adaptarse a todo y a todos, y por ayudar siempre a los demás. Por su humor inteligente.
Gracias a R, por todo lo que fue para mí, aunque ahora estemos tan alejados. Por los días en que está de buenas y es un crack.
Gracias a La, por ser uno de los últimos fichajes, y parecer que lleva con nosotros de siempre. Por intentar pacientemente enseñarme a jugar a los dardos.
Gracias a Si, por sumarse al reducido grupito femenino, y adaptarse tan bien a todo. Por ser tan echá palante' y por pensar en nosotras antes que en mucha otra gente.

Gracias a A, porque a pesar de terminar en un caos, nunca olvidaré nuestra amistad y todo lo que significó.
Gracias a Pa, porque se podía contar con él para todo. Porque va a ser un padrazo, aunque nosotros apenas lo veamos.

Gracias a todos, por tantas cosas, que no cabrían en un libro entero. Gracias porque os quiero, y por quererme. Gracias por hacerme ser mejor persona.