lunes, 31 de marzo de 2008

Enamorada

Como el olor de la hierba recién cortada
como el calor de los rayos del sol.
Como bañarse desnuda en el agua salada
como el sabor a helado de limón.

Como el olor a café y tostadas
como alcanzar un tren que se escapa
Estaba enamorada, como una niña encaprichada.

Como un domingo en la cama toda la mañana
como un paseo en la rambla de las flores.
Como decir a escondidas palabras prohibidas
como bucear entre peces de colores.

Como la luz de las velas temblando,
como una orquesta de cuerda sonando.
Estaba enamorada, como una niña encaprichada.

Estabada de verdad enamorada,
no veía el mundo que me rodeaba.
Esaba fuera de mí, completamente chalada.
Y no sé cómo decir, que me has hecho revivir



Me pregunto si habrá alguna canción que describa mejor que esta de Amaral lo que es estar Enamorada.

lunes, 24 de marzo de 2008

otro país, otra ciudad, otra vida


Hace ya varios meses que volví de Dublín. No estuve mucho tiempo, pero fue suficiente para cambiar algo. Me fui huyendo de una ciudad y de una vida que me encantan porque son mías, pero que me estaban oprimiendo poco a poco, y me hacían sentirme encerrada y triste con sólo 21 años. Necesitaba un cambio de aires, y lo conseguí.
Allí viví momentos de todas las formas y colores. En muy poco tiempo tuve que buscarme la vida en un país desconocido, conocí gente y lugares, trabajé, disfruté, me divertí, y sobre todo descubrí mucho de mí misma.
Ahora, tiempo después, lo recuerdo todo como un sueño corto, en el que aprendí muchísimo, y me sentí fuerte y valiente (aunque últimamente se me olvide...) Y a pesar de que hubo momentos duros, me quedo con una gran experiencia que nunca olvidaré y que me hizo crecer, y con algunos compañeros y amigos que lo serán para siempre.

Sin embargo, si hay algo que siempre conservaré de mi viaje a Irlanda, es la sensación de libertad. En especial, una imagen de mí misma: sola, andando a las 7 de la mañana por la calles de mi barrio en Dublín, yendo a trabajar cansada y con frío, pero con una sonrisa de oreja a oreja, mirando y escuchando a mi alrededor, y sintiéndome realmente feliz y afortunada por la oportunidad y la experiencia que tenía ante mí. Era un momento increíble.

Necesitaba vientos nuevos y los tuve, quería confíar aunque sólo fuese un poquito más en mí misma y lo conseguí, me sentía perdida y casi me encontré. Viéndome hoy, me temo que dentro de no mucho tiempo tendré que volver a irme de viaje...

martes, 18 de marzo de 2008

Hoy...


Hoy tengo ganas de verte.

Me apetece tenerte cerca, notar tu calor, sentir tu cuerpo muy pegadito al mío. Que tu aliento toque mi piel, y que los pelitos de tu barba de dos días me hagan cosquillas.
Me gustaría poder rozar tus labios con los míos, y que tú me muerdas el labio inferior. Comernos la boca muy lentamente, como jugando; y apasionadamente, como si nos fuera la vida en ello.
Hoy tengo ganas de mirarte a los ojos, y de hacer que tu te pierdas en los míos. Que se nos dibuje una sonrisa tonta en la cara, de esas que no se pueden evitar, y nos abracemos tan fuerte que pueda sentir tu respiración y nuestros movimientos; tu piel morena erizada, y nuestro sudor.
Me encantaría acariciarte con mi pelo suelto, entrelazar mis piernas con las tuyas, y dormir a tu lado. Me muero por hacerte reír y ver tu sonrisa, por que nos divirtamos juntos, por susurrarte cosas al oído y estar contigo.

Hoy me gustaría tanto verte y hacer que todo esto pasara...que no sé si irme tarde a la cama, para no pensar en ti con el alma triste por no tenerte, o si irme pronto para almenos poder soñar que estás a mi lado...

viernes, 14 de marzo de 2008

Amores perros

1, 2, 3...esas son las huellas que me he tatuado esta tarde. Una pequeña huella por cada uno de los perros por los que daría la vida. No es mucho, ya que ellos me han regalado la suya.
Son tantos años juntos que ya no puedo imaginarme como sería estar sin ellos, como sería no tenerlos conmigo y no quererlos tanto como los quiero.
Perder a B es una de las peores cosas que he vivido, y aún no puedo evitar que alguna lágrima tardona y revoltosa asome cuando lo pienso.
Cada día me acuerdo mil veces de él, cada día espero encontrarlo en algún lugar de la casa y cada día me hace falta abrazarle. Saber que nunca volverá me duele tanto que me cuesta respirar. Pero almenos siempre le tendré junto a mí, en 1 de estas 3 huellas tatuadas.
Doce años es mucho tiempo. Doce años contigo son muy pocos. Te quiero, siempre...

Con la reciente llegada de un nuevo inquilino perruno al que ya adoro, las huellas requeridas aumentaron al número 4. Temiendo que podría parecer una loca, y de viejecita acabar siendo una huella andante tatuada si sigo el ritmo de tatuaje por perro que tenga, decidí seguir mi idea inicial - 3 huellas- y hacerla un poquito más global. Una espinita clavada por no nombrar a mi cuarto y nuevo perro en este post me obliga a hacer esta aclaración :D