Hace ya varios meses que volví de Dublín. No estuve mucho tiempo, pero fue suficiente para cambiar algo. Me fui huyendo de una ciudad y de una vida que me encantan porque son mías, pero que me estaban oprimiendo poco a poco, y me hacían sentirme encerrada y triste con sólo 21 años. Necesitaba un cambio de aires, y lo conseguí.
Allí viví momentos de todas las formas y colores. En muy poco tiempo tuve que buscarme la vida en un país desconocido, conocí gente y lugares, trabajé, disfruté, me divertí, y sobre todo descubrí mucho de mí misma.
Ahora, tiempo después, lo recuerdo todo como un sueño corto, en el que aprendí muchísimo, y me sentí fuerte y valiente (aunque últimamente se me olvide...) Y a pesar de que hubo momentos duros, me quedo con una gran experiencia que nunca olvidaré y que me hizo crecer, y con algunos compañeros y amigos que lo serán para siempre.
Sin embargo, si hay algo que siempre conservaré de mi viaje a Irlanda, es la sensación de libertad. En especial, una imagen de mí misma: sola, andando a las 7 de la mañana por la calles de mi barrio en Dublín, yendo a trabajar cansada y con frío, pero con una sonrisa de oreja a oreja, mirando y escuchando a mi alrededor, y sintiéndome realmente feliz y afortunada por la oportunidad y la experiencia que tenía ante mí. Era un momento increíble.
Necesitaba vientos nuevos y los tuve, quería confíar aunque sólo fuese un poquito más en mí misma y lo conseguí, me sentía perdida y casi me encontré. Viéndome hoy, me temo que dentro de no mucho tiempo tendré que volver a irme de viaje...
Allí viví momentos de todas las formas y colores. En muy poco tiempo tuve que buscarme la vida en un país desconocido, conocí gente y lugares, trabajé, disfruté, me divertí, y sobre todo descubrí mucho de mí misma.
Ahora, tiempo después, lo recuerdo todo como un sueño corto, en el que aprendí muchísimo, y me sentí fuerte y valiente (aunque últimamente se me olvide...) Y a pesar de que hubo momentos duros, me quedo con una gran experiencia que nunca olvidaré y que me hizo crecer, y con algunos compañeros y amigos que lo serán para siempre.
Sin embargo, si hay algo que siempre conservaré de mi viaje a Irlanda, es la sensación de libertad. En especial, una imagen de mí misma: sola, andando a las 7 de la mañana por la calles de mi barrio en Dublín, yendo a trabajar cansada y con frío, pero con una sonrisa de oreja a oreja, mirando y escuchando a mi alrededor, y sintiéndome realmente feliz y afortunada por la oportunidad y la experiencia que tenía ante mí. Era un momento increíble.
Necesitaba vientos nuevos y los tuve, quería confíar aunque sólo fuese un poquito más en mí misma y lo conseguí, me sentía perdida y casi me encontré. Viéndome hoy, me temo que dentro de no mucho tiempo tendré que volver a irme de viaje...
3 comentarios:
Irte de viaje o demostrarte a ti misma que no hace falta irse lejos para recuperar la confianza en ti misma. Si pudiste hacerlo una vez, ahora también puedes, sin necesidad alguna de irte a Irlanda.
Aunque si lo que te apetece es viajar, siempre puedes utilizarlo como 'puente' ;)
Un besito.
Me suena un poco... (se paso tan deprisa, snif)
Bss
Caos
Hay ciertos momentos, ciertas lecciones y sensaciones que nunca se deben olvidar... Debes tenerlas presentes para continuar avanzando y no volver a estancarte en el barro. Quiérete, confia en ti, eres capaz de lo que te propongas, y si necesitas volver a "escapar" , hazlo. Y que no te dea reparos o vergüenza, algún conseguirás tener esa sensación a las 7 de la mañana sin tener que irte. Pero la vida es un continuo aprendizaje,¿no? Hay que tenerlo en cuenta, no agobiarnos y aprender y disfrutar.
Un besote y una galleta de chocolate rica rica ;)
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